Oliveriogirondeando...

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NACIENDO

23.8.07

Osho Dang Dang Doko Dang Chapter 3

Algunas veces sucede que te vuelves uno, en algunos raros momentos. Observas el océano, lo tremendamente salvaje que es y de repente, olvidas tu división, tu esquizofrenia, te relajas. O, caminando por los Himalayas, viendo la nieve virgen de las cumbres de los Himalayas, de repente te rodea una quietud y no es necesario que seas falso, porque no hay otro ser humano ante el cual ser falso. Te sientes en armonía. O, escuchando una hermosa música te haces uno. Siempre que en cualquier situación te vuelves uno, una paz, una felicidad, una bendición te rodea, surge en ti: te sientes pleno. No es necesario esperar estos momentos: estos momentos pueden convertirse en tu vida natural. Estos momentos extraordinarios pueden volverse momentos ordinarios. Este es todo el esfuerzo del Zen. Tú puedes vivir una vida extraordinaria dentro de una vida ordinaria: cortar la madera, preparar la leña, llevar el agua del pozo; puedes estar tremendamente en paz contigo mismo. Limpiar el piso, preparar la comida, lavar la ropa... Puedes estar perfectamente en paz, porque el tema en su totalidad tiene que ver con llevar a cabo tu acción de forma total, disfrutando, gozando con ello.

Cómo sabe este señor lo que me pasa por la vida misma que llevo conmigo??????????? Come on!

18.8.07

S A N T I A G O - 16 . 08 . 07


Y quise decírselo a todo el mundo,
a los más importantes, y a los menos también.

Me alegré por vos, me alegré mucho por vos.
Me sensibilizó tu flaco temblor en mi baño.
Te abracé y se me mojaron los ojos.
Qué tonta.

Sigo alegre por vos y quiero decirte que todo va a estar bien.
Que ya son tres.
Que alguien está en camino
y yo espero con el corazón en gesto de entrega total.

Y quiero decírselo a todo el mundo,
a los más importantes, y a los menos también.

Te recuerdo en mi baño.
Una mamá.
Una tía.
Y en esa pancita: Personita que se gesta.

Claro que no hay foto que refleje el momento.
Claro que faltaba alguien anoche en el baño.
Me entristecí también, es cierto.
Pero hay cosas que vamos entendiendo.

Me dijiste: y ahora qué hago?!
y no supe qué contestarte: comprá ropita…

Esa noche cenamos juntas.
Esa noche dormimos juntas.
A la mañana nos vimos a los ojos.
Te hice mate, mate para la nueva mami.

Entonces decido y te digo:
estuviste siempre, por eso nunca te voy a faltar.
(y quiero decírselo a todo el mundo,
a los más importantes, y a los menos también)